domingo, 11 de febrero de 2024

"Las pantallas perjudican la atención de los niños". C...


  1. ¿Qué ocurre en los niños cuando usan las pantallas?
  2. ¿En qué consiste la crisis educativa?
  3. ¿Con qué se asocia la exposición en edades trempranas a las pantallas?
  4. ¿Qué recomienda la asociación pediátrica canadiense?
  5. ¿Qué tipo de recomendaciones son? ¿Con qúe mito tecnológico rompen esas recomendaciones?
  6. ¿Cómo aprenden los niños? Pon algún ejemplo.
  7. ¿Qué sería un disparate?
  8. ¿Cuál es la mejor preparación para la vida?
  9. ¿Cuando hacemos varias cosas a la vez que exigen procesar información, ganamos en tiempo y en eficacia?
  10. ¿En qué parámetro destacaban los que hacían multitarea? ¿Por qué?
  11. ¿Qué es lo que más llama la atención de ese estudio sobre las personas que hacen multitareas?
  12. ¿A qué lleva un uso no responsable de los dispositivos?
  13. ¿Qué ha de saber un educador para tener autoridad?
  14. ¿Cuál es el principal problema de la educación?
  15. ¿Cuál es el factor determinante para la calidad y éxito de un sistema educativo?
  16. ¿Qué es importante distinguir en educación en relación con las nuevas metodologías?
  17. ¿Cúando es innovadora la educación?
  18. ¿Cuándo aprende de verdad el alumnado?
  19. ¿Cómo veía el conductismo al niño?
  20. ¿Qué quiere decir que el alumno es protagonista de su proceso de aprendizaje?
  21. ¿Cómo casa Maria Montesori la educación tradicional con las nuevas pedagogías.






  1. Provocan la fascinación del niño, no la atención sostenida. La atención es la actitud  de descubrimiento de la realidad, la actitud positiva del que formula prguntas y buscar respuestas. En cambio, la fascinación es la actitud pasiva ante estímulos novedosos, frecuentes e intermitentes.
  2.  La crisis educativa consiste en una crisis de atención.
  3.  Se asocia con adicciones, inatención, disminución del vocabulario, impulsividad.
  4. La sociedad canadiense de pediatría recomienda entre 0 y 2 años, cero pantallas; entre 2 y 5 años, menos de una hora al día con contenidos adecuados al ritmo de la edad del niño.
  5. Son recomendaciones de sanidad pública. Ningún estudio apoya la introducción de las tecnologías en la infancia.
  6. Los niños aprenden de las interacciones con seres humanos. Encontrarse con una mirada conectar con ella, escuchar un secreto de un amigo y guardarlo, planificar la construcción de un castillo con trozos de cartón.
  7. Afirmar que adelantar la edad de uso de las NNTT favorece el uso responsable de las NNTT.
  8. La mejor preparación para el mundo tecnológico es el mundo real.
  9. Cuando acumulamos actividades que necesitan procesar información estamos oscilando, pasamos de una actividad a otra. 
  10. En ninguno, porque, cuando hacemos muchas cosas a la vez, la oscilación lleva a la pérdida de trabajo, a más errores y a más superficialidad.
  11. Los que hacen multitarea tecnológica son enamorados de la irrelevancia.
  12. A un empobrecimiento de la atención.
  13.  Ha de saber soltar, perdonar, pedir perdón. Los alumnos han de ver que sus padres y sus profesores no actúan motivados por el deseo de tener la razón, sino que han de ver que sus padres, sus profesores están al servicio de su educación y no que los alumnos están al servicio del cumplimiento de unas normas estrictas.
  14. El problema es cuando mezclamos fines y medios.
  15. El factor determinante es el profesor, porque es el que conoce y ama su materia y la transmite con pasión; cualidades que nunca tendrán los dispositivos electrónicos.
  16. Una educación basada en evidencias y datos objetivos y no en modas.
  17. La educación es innovadora cuando es verdadera.
  18. Cuando el alumno se convierte en protagonista de su proceso de aprendizaje con la ayuda del maestro, descubre la realidad con ayuda del maestro. .
  19. Un ser pasivo al que vamos echando contenidos, conocimiento
  20. El alumno no se inventa la realidad, la descubre con la ayuda del maestro. la hace suya. 
  21. La realidad no se construye, se descubre. Como recoge en sus escritos Maria Montessori cuando afima  que nuestros hijos no hacen todo lo que quieren, sino que quieren  hacer todo lo que hacen.


Querida Mathilda

Hace unos días tuve una prolongada conversación telefónica con mi hermano. Hasta el día de hoy jamás ha poseído un aparato de televisión y, tanto él como su mujer, sobre todo ahora que tienen la niña, están muy en contra de la idea de adquirirlo. Pero alrededor de ellos se eleva un coro de protestas; amigos y parientes dicen: " No podéis criar a la niña como si viviese en el siglo pasado. El mundo va hacia adelante y ella debe seguir el paso de los tiempos”. Naturalmente, quería saber mi opinión. Antes de contestarle he reflexionado largamente.

Pensando en los hijos de mis amigos, casi todos criados sin televisor o con una utilización drásticamente limitada de éste, pensando en su curiosidad, en su vivacidad y en su apertura hacia el mundo, al fin aconsejé a mi hermano que postergase tal adquisición o que , a lo sumo, comprase algún visor de casetes para dibujos animados.

Este rechazo, por otra parte compartido por muchas personas, puede ser considerado como una especie de oscurantismo medieval. Efectivamente, la modernidad y todo aquello que ésta implica es uno de los tabúes de nuestro tiempo, y ponerse en su contra siempre provoca críticas escasamente benévolas. Sin embargo, ante el escándalo de las críticas, yo percibo un escándalo mucho más grande, que es el escándalo de la infancia.

¿Y qué es el escándalo de la infancia? Siempre he estado convencida de que la infancia encierra en sí una gran fragilidad y una gran fuerza, y que dicha fragilidad ha de ser tutelada. Pero este sentido de tutela se ha perdido: ya nadie tutela a nadie. Y los niños, abandonados sin control a lo peor que la cultura humana ha sabido expresar, se han convertido en míseras parodias de unos adultos míseros de por sí. Verlo todo, saberlo todo cuando este todo corresponde en gran medida a violencia, vulgaridad, abuso de poder, no hace bien al niño, no lo vuelve más fuerte, ni más preparado para la vida.

Escandalizar a los niños, quiere decir presentarles un mundo sin luz alguna, ni alegría, ni poesía. Quiere decir apagar en ellos la esperanza, la capacidad de imaginar un sentir distinto del que se les impone. Quiere decir entregarlos a un mundo que ha decidido qué hacer con ellos: unos compradores-imitadores y sumergidos en un universo gris y desprovisto de cualquier horizonte en el que la única ley que tiene valor es la del placer y del derecho personal.

La televisión es la reina indiscutida de nuestro país. Desde la mañana hasta la noche se desencadena en nuestras casas con programas que son, en la mayor parte de los casos, cada vez más feos y cada vez más estúpidos; también se desata en las primeras páginas de los periódicos, a menudo pasando por encima de noticias mucho más importantes.

Pese a que en la actualidad haya autorizados estudios sobre el hecho de que una televisión hace daño-y, sobre todo, hace daño a lo niños_, sigue siendo arriesgado sostener que uno está contra la televisión.

La televisión, según se afirma, es neutra: es un instrumento y ha de ser considerada un instrumento; no es verdad, se subraya, que la televisión aplaste o inquiete a los niños: todo lo contrario, los estimula, los enriquece, los vuelve más conscientes y más dueños del tiempo en que viven. "mi hijo", proclama con orgullo el periodista de turno entrevistado, "adora la televisión. Pasa de la televisión al ordenador como yo pasaba del balón a la bicicleta".

De tal suerte, una verdad parcial -la experiencia del hijo de un periodista- se convierte en una verdad universal: a todos los niños la televisión les hace bien. Así se olvida que la mayor parte de los niños viven ante la pantalla, en un estado de total abandono y sin ninguna clase de explicación, sin tipo alguno de alternativa.

Si queda como única maestra, la televisión educa para la pasividad, apagando el deseo de explorar, de saber: la curiosidad. Cuando ya no hay curiosidad, inevitablemente la sustituye el tedio. ¿Qué clase de vida es una vida atenazada por ese sentimiento? ¿A quién se la podríamos desear? ¿A las nuevas generaciones?

(S Tamaro, Querida Mathilda. Ed. Seix Barral)

1. ¿Qué tesis defiende la autora del texto?

2. ¿Qué argumentos utiliza para defender su tesis? ¿Qué contraargumentos se ofrecen?

3. Pon de manifiesto los argumentos similares que se usan hoy en día para sostener el prejuicio que provoca en los niños y los adolescentes el uso del móvil.

4. Construye tu texto argumentativo en el que defiendas una de estas dos tesis: la prohibición del uso del móvil hasta los 16 años o la enseñanza de una pedagogía del móvil entre los niños y los adolescentes para que hagan un uso seguro de este.

1. La televisión es una amenaza y peligro para el niño, ya que elimina el deseo de saber, experimentar y la curiosidad del niño, sustituyéndolos por la pasividad de recibir una serie de contenidos, lo que los lleva al aburrimiento.

2. Los niños que no ven la televisión o disponen de un tiempo restringido para verla mantienen vivo su deseo de experimentar y conoce el mundo.

  • La fragilidad de la infancia provoca que la exposición a contenidos violentos, a la vulgaridad, al abuso de poder, convierte a los niños en burdas imitaciones de los adultos míseros. Además, esos contenidos no favorecen al niño, no lo hacen más fuerte ni los preparan mejor para la vida.
  • La televisión acaba con la esperanza, la capacidad de imaginar un mundo diferente del que ven en la televisión. Además, los convierte en unos compradores-imitadores, que viven en un mundo triste sin futuro, ya que la única ley es la del placer y la del derecho personal.
  • La mayor parte de los programas televisivos son feos y estúpidos.
  • Existen estudios autorizados que demuestran el daño que hace la televisión en los niños.
  • Un caso singular: la de un hijo d un periodista se generaliza y, así, se convierte en una verdad universal: a todos los niños les hace bien la televisión. Sin embargo, se oculta la verdadera realidad: un niño solo viendo la televisión vive en un estado de total abandono, sin ninguna clase de explicación y sin ninguna alternativa.

3. La autora a medida que argumenta en contra de los efectos perniciosos de la televisión en los niños, ofrece una serie de contraargumentos:

  • No se puede ir conta el progreso del mundo y los niños deben seguir esos nuevos tiempos.
  • Va contra la modernidad oponerse a los adelantos como la televisión. Ponerse en contra de la modernidad provoca muchas críticas, así como ser acusado de anticuado.
  • La televisión es la reina indiscutida de nuestro país. Está presente desde la mañana hasta por la noche.
  • Sigue siendo arriesgado sostener que uno está en contra de la televisión.
  • Algunos sostienen que la televisión es neutra, es un instrumento y que estimula, enriquece y hace más conscientes y dueños del tiempo en que viven a los niños. Pero son casos aislados.

4.  Hoy se utilizan argumentos muy parecidos para prohibir los móviles:

  • Se sustituyen las relaciones sociales con otros niños, adultos, por relaciones digitales a través de las redes sociales, lo que provoca su aislamiento y la falta de habilidades sociales.
  • La adicción que provoca las pantallas. La sobreestimulación provoca que pasen muchas horas con el móvil y no puedan estar sin ellos, ya que provoca en ellos ansiedad, nerviosismo, mal humor.
  • La exposición a contenidos inadecuados para los niños: todo tipo de violencia: física, psicológica, pornografía, obsesión por el aspecto físico (vigorexia, anorexia), e ideas falsas de lo que es la amistad y la celebridad.
  • El aislamiento de los menores, se encierran en su mundo digital y se olvidan de vivir en la vida real, con el peligro que supone el mundo digital: acoso, violencia...

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