Siempre me ha gustado escribir, eso sí no esperéis aquí ningún Juan José Millás, ni Elvira Lindo ni Julio Llamazares, las musas no me han dado ni un uno por ciento de su habilidad y competencia escritora, en aquel sorteo no llevaba ninguna papeleta, ¡qué le vamos a hacer! La escritura la concibo como una actividad terapéutica que me permite superar mis enfados, cabreos y preocupaciones por lo que ocurre y, así, a medida que voy escribiendo, además de reflexionar sobre los hechos que provocan esas reacciones, me voy relajando y volviendo a un estado mental normal.
Por lo tanto, he decidido hacerlas públicas para que los demás también puedan reflexionar sobre estos hechos y aportar sus ideas, ya que las opiniones de los demás, cuando se apoyan en razonamientos lógicos y veraces, me permiten reflexionar sobre mis convicciones y cambiarlas.