domingo, 26 de abril de 2020

"Enmienda" artículo de Fernando Savater

En el siguiente enlace de El País puede leerse el artículo completo de Fernando Savater.
En mi adolescencia de colegio religioso solían llevarnos a ejercicios espirituales: tres días encerrados en una residencia, sin salidas ni visitas, escuchando homilías sobre las desventajas de morir en pecado y las incomodidades del infierno. Teníamos ratos dedicados a la meditación, a la que nunca he sido aficionado, que yo ocupaba con ocurrentes pensamientos impuros y prácticas nefandas. El objetivo del retiro espiritual era despertar el propósito de enmienda y cambiar —a mejor, claro— nuestras vidas. Conmigo nunca funcionó. En vez de recordar con santo rechazo mi pasada existencia pecaminosa, no veía el momento de salir de la clausura y volver al culpable paraíso.
Ahora vuelvo a estar en un encierro purificador similar: contra malicia, milicia, toca regenerarse. Tampoco creo que surta efecto. Predicadores de ambos sexos nos dicen cómo debemos limpiar nuestras costumbres, abandonar el consumismo, reconciliarnos con la naturaleza que tanto nos ama, renunciar a los caprichos del yo y entregarnos a los deberes del nosotros. Hablan en plural —“debemos cambiar, no podemos seguir...”—, pero es evidente que se refieren a los demás, porque ellos/ellas siempre estuvieron preparados para el santo advenimiento, listos para cuando la plaga les diese la razón. Entonan himnos a lo público, de cuya necesidad es difícil dudar con peste o sin ella, pero abominan de los empeños privados que precisamente ahora se están revelando como indispensables para la salvación social. Si son más tontos, nacen con asas. ¿Cómo seremos después de la pandemia, además de mucho más pobres? Ojalá hayamos aprendido a quejarnos menos y disfrutar más. O como ha dicho Marta Sánchez, pensadora más aguda que Agamben y Zizek: “Espero que no tengamos miedo a ser los de antes”.
Resumen
Durante su adolescencia tuvo que participar en ejercicios espirituales, tres días de encierro con el objetivo de cambiar, de arrepentirse de los pecados, aunque él deseaba volver a su vida de pecado.
Hoy vive en otro encierro.Frente a  muchos que hablan de cambiar el individualismo por la cooperación,  que defienden lo público, pero rechazan cualquier iniciativa individual que ayuda en este período de crisis, defiende que la única enseñanza debería ser que no nos quejemos tanto y disfrutemos más y perdamos el miedo a ser como antes de la crisis.


  • Contesta las siguientes cuestiones sobre el texto:
  • ¿Qué quiere decir el autor cuando afirma que "El objetivo del retiro espiritual era despertar el propósito de enmienda y cambiar -a mejor, claro- nuestras vidas"?
  • Qué quiere decir el autor cuando afirma que "pero es evidente que se refieren a los demás, porque ellos /ellas siempre estuvieron preparados para el santo advenimiento, listos par cuando la plaga les diese la razón?
  • ¿Qué quiere decir el autor cuando afirma que "pero abominan de los empeños privados que precisamente ahora se están revelando como indispensables para la salvación social. Si son más tontos, nacen con asas.
  • Reformulación léxica de los siguientes enunciados:
  • Teníamos ratos dedicados a la meditación, al a que nunca he sido aficionado.
Había momentos ocupados por la reflexión religiosa, actividad que jamás me ha atraído
  • Pero es evidente que se refieren a los demás, porque ellos /ellas siempre estuvieron preparados para el santo advenimiento.
Sin embargo  resulta claro que aludían a los otros, ya que estos ya se sentían listos ante la llegada de este nuevo período.

  • Análisis morfológico de los siguientes enunciados:
  • Predicadores de ambos sexos nos dicen cómo debemos limpiar nuestras costumbres.
  • ¿Cómo seremos después de la pandemia, además de mucho más pobres?

  • Análisis sintáctico de los siguientes enunciados:
  • Predicadores de ambos sexos nos dicen cómo debemos limpiar nuestras costumbres, abandonare el consumismo.
  • Hablan en plural, pero es evidente que se refieren a los demás porque ellos siempre estuvieron preparados para el santo advenimiento.

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